top of page
  • Foto del escritorVíctor López Megía

COMO MONOS SIN HISTORIA

Jamás se podrá progresar en un arte si se desconoce su historia.


Seguro que muchos de ustedes han leído o escuchado la paradoja del supuesto experimento con monos que repiten una conducta hasta llegar a reproducirla por imitación, sin llegar a comprender su significado. No voy a relatar aquí dicha paradoja porque es muy fácil encontrarla en Internet como "el experimento de los monos y los plátanos".


Pues bien, realmente eso sucede gracias a las neuronas espejo. Estas neuronas detectan los mismos movimientos y la información sensorial de los demás y envían las mismas señales a nuestro cerebro, que luego nos vuelve a entrenar para hacer lo mismo. Las neuronas espejo se activan cuando un individuo realiza una acción o interpreta una determinada emoción. Son consideradas un componente esencial para comprender las acciones y los sentimientos de los demás. El sistema de neuronas espejo funciona de dos maneras en lo que a la cognición social se refiere: En primer lugar, es necesario para la predicción y la atribución de pensamiento. En segundo lugar, pone en marcha mecanismos de reconocimiento y expresividad afectivos. Y es que no es fácil para el cerebro crear nuevas soluciones para un problema, necesita procesar mucha información, incluyendo experiencias. Crear nuevas actitudes, copiar o mejorar las que existen representa costos diferentes. Copiar es lo más "barato" para el cerebro. Por eso el niño copia siempre al adulto.


En la imagen, el estudio de las dos principales versiones de Sakugawa nu kun en el Senkikan Dojo, por Marcos sensei y Víctor sensei.


Podríamos decir también que la imitación es un mecanismo básico de aprendizaje que nos permite captar que, si otro hace algo y recibe cierta consecuencia dañina o dolorosa, podemos esperar esa consecuencia al portarnos de la misma forma. Nuestro cerebro usa esos patrones vistos en otros para evitar pasar por aprendizajes dolorosos, dañinos o mortales. Es decir, que copiamos las respuestas de otros porque nos sirven. Aprendemos de una manera fácil, sin necesidad de experimentación. Sin embargo, este modelo de imitación no sólo impide el progreso que suele venir de la mano del cambio, de la innovación y la experimentación, sino que, como seres sociables que somos, estas conductas de imitación favorecen las tendencias de grupo, pero también los fanatismos y los adoctrinamientos.


“Ciertas facciones quieren controlar el libre pensamiento, la expresión de cada individuo. Por naturaleza, ciertas personas buscan como censurar las ideas por temor a ser exhibidos. La libre expresión siempre será vetada con el mismo lenguaje, para mitigar lo que es correcto”.
Amador Céspedes

Por tanto, quien desconoce la historia de un arte, desconoce su procedencia, su evolución, su porqué, cómo se enseñó y cómo se aprendió y no puede más que imitar al grupo, asumir patrones de conducta como verdades indiscutibles, es fácilmente presa de idolatrías, fanatismos y doctrinas. Además, en su miedo al rechazo del grupo ataca y niega todo aquello que no comprende.


"Lo que más odia el rebaño es aquel que piensa de modo distinto; no es tanto la opinión en sí, sino la osadía de querer pensar por sí mismo, algo que ellos no saben hacer".
Arthur Schopenhauer

Es más fácil para la gran mayoría imitar y copiar conductas que atreverse a averiguar cuál es el origen y el significado de dichas conductas. Cuál es la historia de un determinado arte.


No sea usted un mono de repetición. Estudie la historia para comprender y conocer el arte y entonces entenderá que, para progresar, a veces es necesario apartarse de las conductas del grupo.


"Quien no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra".
Claude Bernard

Σχόλια


bottom of page